ROMPER BARRERAS, TRANSFORMAR UN CUERPO.

Una noche especial del 22 de octubre del 2016. Mi cumpleaños.

Cargado de emociones lógicas de un festejo, pero cargada de excesos de todo tipo. Una mañana característica de cada fin de semana. Un dolor de cabeza punzante, el cuerpo pesado e hinchado y un malestar constante a nivel estomacal. 

Una vez más había traicionado mis principios.

Yo entrenador deportivo, un profesional capacitado y motivado a contagiar a otros a mejorar tanto su salud como la condición física, seguía predicando opuesto a lo que decían mis palabras.

Me levante de la cama, a pesar de querer seguir durmiendo. También recuerdo la sensación de haber perdido esa alegría que solo unas horas atrás mostraba entre quienes me acompañaban; una alegría  alejada de lo real y disfrazada detrás del alcohol.

Tengo que admitir que hacía meses que había decidido comenzar a construir una nueva realidad, trabajar en un nuevo sector. Quería sumergirme en el mundo de la estética y la salud. Estudiaba y trataba de aplicar estos nuevos aprendizajes en mí, pero no lograba ver los cambios.

Había entendido que para ayudar a otros, tenía que producir mi propio cambio, y que recién ahí iba a poder contagiar a quienes me rodeaban.

Cada semana era una nueva caída, quería cambiar y me enojaba conmigo. 

Sabía que tenia que sostener esos pequeños detalles en mi alimentación y me generaba tanta ansiedad evitar esos momentos que me llevaban a comer de forma desmedida alimentos que no sumaban y que perjudicaban terriblemente mi objetivo. 

Juro que era más fuerte la ansiedad que la convicción de que podía lograrlo, era ahí donde caía y me fallaba otra vez.

Supe que en ese momento, una efímera sensación de bienestar aparecía, lo vivía en cada caída. Me justificaba e inventaba un sin fin de razones que me habilitaban nuevamente a ser desmedido, descontrolado. 

Esos pequeños momentos de tranquilidad desaparecían poco a poco y la frustración cada vez era mayor. 

Sí, fue difícil encontrar el camino.

No fueron días ni semanas; fueron años. Aprendí a creer en mi. 

Entendí que era necesario comprender que este camino iba a tener obstáculos, caídas y aprendizajes como cualquier proyecto en la vida. Necesitaba de energía, motivación, disciplina y enfoque para que poco a poco pudiera construir ese nuevo hábito y proyecto de mí mismo. 

Hoy sé que es posible, se puede y es totalmente increíble poder conseguir este cambio.

Quiero decirte que sentirte más fuerte, vital y  funcional a la vida es incluso mas gratificante que todos esos descontroles que te dan tranquilidad momentánea pero que a largo plazo te restarán calidad de vida.

Solo quiero que te atrevas y que comiences con pequeños pasos que te van a ayudar en el tiempo conseguirlo.

Estos son algunos consejos que me gustaría ofrecerte y que en mi han sido de gran ayuda:

1- Creer en vos es vital, es la fuerza que te mantendrá caminando en esta ruta de transformación.

2- Escribir tus metas a largo plazo, esa versión superadara de vos es importante; pero también es necesario plasmar en papel y refrescar esos pequeños objetivos a corto plazo. Estos te ayudarań a caminar seguro y en la dirección correcta manteniendo tu entusiasmo y motivación. Cada vez que alcances esos pequeños logros te recargarás de energía y sostenido en el tiempo te llevarán a grandes cambios.

3- No sigas los mismos patrones, no repitas los mismos errores. Reflexioná e identificá para hacer los cambios necesarios y así seguir mejorando. La introspección es determinante ya que en ocaciones terminamos culpando a otros factores, sin haber identificado detalles nuestros a corregir.

4- Rodearte de un contexto que te acompañe y que coincida con ese estilo de vida que vos estás buscando es una necesidad. Es difícil cambiar hábitos si el 90% del tiempo compartimos y nos rodeamos de quienes no comprenden nuestra búsqueda. No quiero decirte que abandones amistades ni nada por el estilo, si no más bien que trates de nutrirte de quienes vivieron este proceso y también de quienes están transitando tu camino. 

5- La constancia es la clave de cualquier proyecto, y va a ser la que te llevará semana tras semana a una mejora consistente. El fitness es bienestar, es salud y sobre todo es una constante en la vida. Tiene fecha de inicio, pero no fecha de caducidad. Es una búsqueda permanente que nos lleva a sentirnos mejor, más vitales a pesar del paso del tiempo. 

Todo lo que hagas hoy, te hará vivir con mejor calidad de vida mañana. 

EL FITNESS ES PARA TODA LA VIDA

Prof. Denis Pellizzari